La selección argentina de futsal
goleó a Portugal por 5-2 e hizo historia: ¡Se clasificó a la final del Mundial
de Colombia! El próximo paso tendrá a Rusia en el camino y la cita es el sábado
a las 16.30 con trasmisión de la TV Pública. El equipo nacional nunca había
llegado una final y este torneo será recordado por todos los amantes de la
pelota.
La mayoría de los argentinos
tiene un grupo de whatsapp para el fútbol de la semana con los amigos del
barrio. En esa hora que dura el alquiler de la cancha todos se creen que están
jugando la final del mundo y dejan hasta lo que no tiene en cada pelota. El
orgullo se encuentra en juego y recién en la próxima semana hay revancha. ¿Los
pibes del futsal tendrán la real dimensión de lo que significa lo que están
viviendo?
Titi Borruto abrió el marcador
demostrando porque es el máximo goleador argentino los mundiales. Le hizo un
sombrerito al arquero para después ir a buscarla y empujarla a la red de
cabeza. Cuatro minutos más tarde el portugués Ré igualó parcialmente la semi. Ese
gol parece que despertó el carácter de los criollos: en una ráfaga de dos
minutos Stazzone, Vaporaki y Brandi metieron el 4-1 para irse con tranquilidad
al complemento.
Sí, el sábado juegan la final del
mundo. Y representan a todos: al arquero que encontró su puesto con los años para
no colgar los botines, al defensor con unos kilitos de más pero que nunca te
falla, al mediocampista que se cree un lírico y la pasa como si el nueve
todavía pueda picar al vacío. A ese delantero que espera con ansias es que el
dueño grite “¡hora!” para poder destapar la primer fresca. A todos los que
anhelaron alguna vez con llegar y no pudieron. A todos.
Luego de que se les pasé mil
imágenes por la cabeza, los jugadores retornaron al campo de juego para
disputar el resto del match. La figura de la segunda etapa fue el arquero
Nicolás Sarmiento con una actuación formidable. Los minutos pasaban y el
aliento de los hinchas cada vez era más fuerte. Cuando parecía que con el quito
tanto anotado por Cuzzolino el final iba a ser tranquilo, un minuto después
Thiago Brito descontó para los europeos y mantuvo la expectativa hasta el
último segundo.
Sin embargo, el destino tenía un
camino que difícilmente iba a pegar en el palo. ¿Cómo iba a hacerlo justo la
noche en que salían todas? Si el partido que planearon estaba saliendo a la
perfección. Si el mejor jugador del mundo, Ricardinho, no podía con los
argentinos. ¿Por qué querer que termine el encuentro si todo era ideal? Porque
lo que viene puede ser más grande aún y este equipo tiene hambre de gloria.
Pitazo final. Por fin se escucha
el “¡Argentina, Argentina!” con más felicidad que nunca. Porque cuando la
tierra queda lejos las diferencias se olvidan y las similitudes enriquecen los
lazos. Porque cada vez que la celeste y blanca disputa en un deporte, el argentino
alienta hasta el final. Y porque ese final está al alcance de los pies de cada
jugador.
Representan a todos y a ustedes
mismos. Nadie más que ustedes sabe el sacrificio de practicar un deporte
amateur y todo lo que conlleva el esfuerzo diario, el sacrificio del
entrenamiento y la perseverancia para llegar a ese sueño que siempre se
encuentra en el mismo utópico día. Pero ayer lograron que el día sea real. Que
tenga fecha y hora. Ojala que el grupito de whatsapp desde el domingo se llame
“campeones del mundo”. Vayan por él.



