jueves, 20 de octubre de 2016

TRABAJO ANTROPOLÓGICO SOBRE CLARÍN Y LOS FEMICIDIOS

Entregado el 7 de octubre de 2015

A propósito de la marcha histórica del día de ayer por el #NiUnaMenos me llamó la atención el abordaje periodístico de los medios de comunicación y cómo cambiaron en poco tiempo con respecto a años anteriores. Rápidamente se me vino a la cabeza un trabajo que realicé el año pasado para la materia Antropología en la Universidad Nacional de La Matanza, entregado el 7 de octubre de 2015. Además, influido por una nota que leí de La Izquierda Diario, "De Melina a Lucía, la clínica metamorfósis de los medios" https://goo.gl/Gd7ZSD ), me motivó a subir, de manera especial ya que no es lo que frecuento en este espacio, mi humilde análisis antropológico sobre los casos de femicidio de Melina Romero y Lola Chomnalez, y el tratamiento mediático de Clarín.  
No mucho más para agregar, me permito el atrevimiento de invitarlos a tomarse el tiempo de leerlo y  leer mi aporte de un detalle más sobre el cambio social que está logrando el #NiUnaMenos. Porque #VivasLasQueremos. 

Aquí el trabajo: 

1)   A- El tema seleccionado para abordar antropológicamente, desde la Comunicación Social, es el tratamiento mediático que, el Diario Clarín, hizo sobre dos casos de femicidio, ocurridos en el año 2014, a dos chicas argentinas. Se trata del caso de Melina Romero y de Lola Luna Chomnalez, desaparecidas y asesinadas en el mes de septiembre y diciembre, respectivamente. Para delimitar aún más el tema en cuestión, nos enfocaremos, precisamente, en la nota publicada por el Diario Clarín, el 13/09/14, titulada “Una fanática de los boliches, que abandonó la secundaria”,  que aborda la desaparición de Melina Romero, y el artículo periodístico rotulado “La chica desaparecida es la nieta de una de las mejores cocineras”, publicado, por el mismo diario, el 30/12/14, para referirnos al caso de Lola Luna Chomnalez.

B-  Para empezar con el trabajo, debemos realizar el proceso de extrañamiento de la realidad. Como marca el texto de Lins Ribeiro, a partir de Marinowski, la investigación de campo se impuso como una marca de la antropología. El antropólogo, experimenta el extrañamiento como una unidad contradictoria de aproximación y distanciamiento. En nuestro caso, al estudiar un tema de nuestra propia sociedad, necesitamos hacer la operación inversa a la que se planteaba Marinowski, buscar convertir lo familiar en exótico. Por lo pronto, nos preguntamos ¿es parte de la conciencia práctica de Clarín y sus lectores la forma de abordar dos hechos, donde las circunstancias son diferentes pero la noticiabilidad es la misma: un femicidio? Pensamos que es una forma de naturalizar y tipificar una manera de “vivir”, que legitimiza a un “nosotros” – el Diario Clarín y sus consumidores – donde Lola Chomnalez es la forma “correcta” para una adolescente y forma parte de lo familiar, y, de esta manera, condena a Melina Romero como parte de un “otros” que resulta exótico. Como investigadores, debemos buscar un posicionamiento forzado para exotizar lo cotidiano ya que compartimos la misma conciencia práctica que Clarín, teniendo una cercanía espacial – social e intelectual – donde el viaje no es terrenal sino que es cognitivo.
Podemos emparentarlo con el trabajo realizado por María José Sarrabayrouse Oliveira. Durante el desarrollo de su tesis doctoral le surgieron, a la autora, algunos problemas metodológicos. Como su investigación transcurría en el ambiente del Ministerio de Justicia, donde ella trabajaba al momento de la tesis, Sarrabayrouse compartía las tres categorías constitutivas del sujeto humano que, según Anthony Giddens, son: el sistema de seguridad, la conciencia práctica y la conciencia discursiva. Por eso decimos que podemos realizar dicha comparación entre nuestra investigación y la de la autora ya que compartimos mismas características en la forma en la que debemos posicionarnos para realizar el trabajo.  En cambio, nos diferenciamos del trabajo de campo de Marinowski. Dicho autor, proviene de la antropología clásica, que va en busca de un viaje espacial, en donde el “otro” es exótico – social e intelectualmente – ya que no comparte las tres categorías marcadas por Giddens. En este caso, el proceso de extrañamiento se produce existencialmente, y los parámetros cotidianos le son desconocidos por no ser un actor social significante ya que no posee una historia e identidad vivida y preestablecida en la tribu de la costa de Nueva Guinea.


C-  Comenzando con el análisis de los dos artículos periodísticos, desde una perspectiva visual, a primera impresión, ya podemos dar cuenta de una tensión del nosotros/otros empezando por el título. “Una fanática de los boliches, que abandonó la secundaria”, se contrapone groseramente a “La chica desaparecida es la nieta de una de las mejores cocineras”, desde la manera de encasillar a cada una de las dos chicas. Paso siguiente, observamos la fotografía que acompaña a la nota donde Melina Romero está despeinada, con varios piercings en su rostro, y una musculosa con animal print, entre otros detalles. En cambio, para la noticia de Lola Chomnalez eligieron una foto donde se la observa feliz, sonriente, con un fondo “agradable”, vestida de manera más discreta, en síntesis, dando una imagen tierna e inocente de la adolescente. “La vida de Melina Romero, de 17 años, no tiene rumbo. Hija de padres separados, dejó de estudiar hace dos años y desde entonces nunca trabajó. Según sus amigos, suele pasarse la mayoría del tiempo en la calle con chicas de su edad o yendo a bailar con amigos más grandes”, así comienza la noticia de Melina, detallando los por qué – para Clarín – de que su vida “no tiene rumbo”. Contrarrestando, en la nota de Lola, Clarín cuenta que “la chica es nieta de Beatriz Chomnalez, una de las mejores cocineras argentinas, referente local de la gastronomía francesa y la pastelería” y que al momento de su desaparición “dijo que se iba a leer un libro a la playa”. Con estos ejemplos, podemos apreciar con claridad la forma de construcción de un nosotros y otro. Se realiza una estigmatización sobre la mujer muy marcada.
Analizando las noticias, encontramos una línea cultural evolucionista. No nos referimos a que Melina es una demostración empírica de lo que fue Lola en un pasado, o que Melina está en camino a la culturización de Lola, sino que observamos una mirada “más culta” para Lola y “menos culta” para Melina. Además, en perspectiva con García Canclini, hay un “poder cultural” del grupo hegemónico Clarín, que explica las desigualdades entre individuos y sistemas sociales. El poder cultural opera en tres planos relacionados: impone las normas culturales-ideológicas que adaptan a los miembros de la sociedad a una estructura económica y política arbitraria, legitima la estructura dominante (la hace percibir como la forma natural de organización social y encubre por tanto su arbitrariedad), y oculta también la violencia que implica toda adaptación del individuo a la estructura. En los tres planos, se visualiza donde sitúan a Melina y donde a Lola, y la utilización de un caso de femicidio, por parte del diario, para imponer su manera de concebir la cultura, condenando o legitimizando socialmente no sólo a éstas dos chicas en particular, sino que a todas las adolescentes que ellas dos representan en la categoría de cultura que el medio les adjudicó.
Para finalizar con el punto C, observamos un  sentimiento de pertenencia del medio a un colectivo, que Lola lo identifica. Retomando el texto de Alejando Grimson, en un contexto histórico especifico una sociedad tiene una “caja de herramientas identitarias, que son un conjunto de clasificaciones disponibles con las cuales sus miembros pueden identificarse a sí mismos e identificar a los otros”, lo que conlleva una potencia identificatoria. Por esto, que Melina se despertara “todos los días al mediodía y luego se juntara con sus amigos en la plaza” y que “saliera a bailar con chicos más grandes” adquiere un sentido negativo para Clarín. En cambio, Lola cobra un sentido de pertenencia por muchas de las características mencionadas anteriormente a lo largo del trabajo. Basta con leer los dos artículos para observar las fronteras identitarias con las que son abordados los dos femicidios.

22)      Para comenzar con el siguiente punto, debemos aclarar que la consigna pide construir el tema elegido desde la diferencia y desde la diversidad, y por esto pensaremos como lo construyó Clarín de esas formas, emparentando a los dos artículos periodísticos.
Habiendo aclarado dicha cuestión, empezaremos por pensar la construcción del otro por la diferencia. Desde la mirada evolucionista, la cultura está sometida a un proceso evolutivo de diferenciación de grado, que representa el progreso. Se ordenan según un encadenamiento: acumulativo, temporal y causal. Utilizando a Melina y a Lola como exponentes de cultura, entonces, podemos decir, que Melina es de grado inferior (de menor cultura), que la precede y es el pasado evolutivo de Lola y que, Romero, es causa del progreso de Chomnalez (mayor cultura). Empleando el método comparativo entre ambas chicas, podemos definir a Melina como sin buen gusto, sin buena conducta, sin ética, sin educación, entre otras ausencias. En definitiva, una “vida sin rumbo”, como enfatizó Clarín.

Desde la construcción del otro por la diversidad, podemos empezar a hablar de dos culturas diferentes. El femicidio es el hecho universal y cada caso fue abordado de manera particular por el diario. Como plantea Marinowski – siendo funcionalista – la diversidad se puede observar y contrastar empíricamente, y en ambas notas, lo podemos visualizar. Reconocer a Melina como un otro, pero desde el presente y no como evidencia del pasado. Clarín analizaría a Melina – aunque de forma etnocentrista, ya que Lola sería parte del nosotros – por la positiva. Melina responde a las mimas necesidades universales que Lola, pero las respuestas son particulares en cada una de ellas. Para ejemplificar, Melina se divierte a la tarde juntándose con sus amigos y “descansando y dedicándose a la vagancia” y Lola responde a la necesidad de ocio leyendo un libro en la costanera. Podríamos imaginar la cultura de Melina como más simple y la de Lola como más compleja – siendo un rasgo evolucionista de Marinowski, pero no como un progreso sino como una forma diferente, con menos instituciones para mismas universalidades – y pensándolo a partir de que la primera sólo emplea su tiempo en divertimento o en pocas cosas, mientras que la segunda articula su tiempo en varias instituciones como por ejemplo el colegio. Para finalizar, mencionaremos una de las actitudes de los hombres y mujeres frente a la diversidad, que nombra Lévi-Strauss – exponente del estructuralismo. Es la “etnocéntrica”, la más generalizada, que se da a nivel del sentido común y “consiste en repudiar pura y simplemente las formas culturales que están más alejadas de aquellas con las que nos identificamos”.  Con esto último, consideramos que Clarín tuvo dicha actitud ante la diversidad de cultura que le generaba abordar el femicidio de Melina Romero.     

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