miércoles, 11 de mayo de 2016

MAYO ES UN MES POLÍTICO

La movilización del pasado viernes 29 de abril por el Día del Trabajador conglomeró varios actores sociales, culturares y políticos. Agrupaciones que hasta hace cinco meses estaban en las antípodas se unieron en post de diversos reclamos y en repudio a las políticas iniciadas desde el 10 de diciembre de 2015. Este suceso que anticipó el comienzo del mes de mayo tiene un anclaje con el Mayo Francés porque, en ambos contextos, adhirieron a la marcha sectores de distintas clases sociales y siempre que esto ocurrió temblaron los cimientos de cualquier sistema político.

El 3 de mayo de 1968 comenzaba la semana rabiosa que duró hasta el 15 del mismo mes, y fue bautizada con los años como el Mayo Francés. Numerosos estudiantes de la Facultad de Humanidades de Nanterre iniciaron la rebelión que mantuvo en vilo a todo el mundo y sus ideas se propagaron a lo largo y a lo ancho de los continentes. Uno de los principales ideólogos de este hito fue Herbert Marcuse, que destacó como fundamental la unión de los universitarios con los trabajadores que nucleó dos extremos de la ciudadanía: “la conciencia más avanzada de la sociedad con la fuerza trabajadora más explotada”.
Estudiantes y trabajadores marcharon unidos de los brazos
La manifestación ocurrida en Francia posicionó al conflicto desde lo político y cultural, y, por primera vez, se involucraron algunos intelectuales participando y actuando por la causa. Marcuse junto con Jean Paul Sarte, otro de los ideólogos relevantes, plantearon cuestiones como la libertad de amar dejando de lado prejuicios anacrónicos, que desembocó en la liberación femenina, la defensa de la ecología y del medio ambiente, entre otros postulados novedosos para la época. El sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein, en su libro “Después del liberalismo” (1997), afirmó que se congregaron “más de diez millones de personas en una huelga general, espontánea, sin dirección política”. 

En sintonía con lo anteriormente desarrollado, a la movilización del pasado 29 de abril asistieron diversos sectores sociales que militan y proclaman ideales como los del Mayo Francés. Se unieron banderas como la lucha por el trabajo y contra los despidos, con las cinco centrales gremiales, la educación pública, con estudiantes y profesores universitarios, cuestiones de género, con agrupaciones contra el sistema patriarcal, y se visualizaron algunos referentes de partidos políticos como La Cámpora, el PJ, la izquierda, entre otros. Además, muchos ciudadanos se auto convocaron sin identificarse con ningún grupo pero sintiéndose parte de un conjunto.
Crónica de la Agencia EFE de España
sobre el Día del Trabajador en Argentina

Para finalizar con la analogía, resulta necesario recordar que los ideales del Mayo Francés no fueron canalizados políticamente ya que tenían un sistema muy horizontal, donde ningún referente tomó posicionamiento de liderazgo y esto generó que, con el correr del tiempo, el ensayo general quedara sólo en eso y las propuestas se disipen. Lo que resta es analizar es quién recogerá políticamente la llama que se encendió en el Día del Trabajador o si en definitiva terminará como en Francia. Sin embargo, donde hubo fuego, cenizas quedan. 

Dejo a continuación tres links con contenido adicional para profundizar la información:
  • Juventud y militancia: "Zoom: la revuelta de los estudiantes", de Canal Encuentro.
  • "Señor Presidente, tengo una idea", de Ignacio Jawtuschenko en Página/12.
  • "Los peores días del gobierno de Macri", de Julio Blank en Clarín (un editorial con la línea política del diario que refleja otra visión de lo sucedido)



No hay comentarios.:

Publicar un comentario