Entregado el 7 de octubre de 2015
A propósito de la marcha histórica del día de ayer por el #NiUnaMenos me llamó la atención el abordaje periodístico de los medios de comunicación y cómo cambiaron en poco tiempo con respecto a años anteriores. Rápidamente se me vino a la cabeza un trabajo que realicé el año pasado para la materia Antropología en la Universidad Nacional de La Matanza, entregado el 7 de octubre de 2015. Además, influido por una nota que leí de La Izquierda Diario, "De Melina a Lucía, la clínica metamorfósis de los medios" ( https://goo.gl/Gd7ZSD ), me motivó a subir, de manera especial ya que no es lo que frecuento en este espacio, mi humilde análisis antropológico sobre los casos de femicidio de Melina Romero y Lola Chomnalez, y el tratamiento mediático de Clarín.
No mucho más para agregar, me permito el atrevimiento de invitarlos a tomarse el tiempo de leerlo y leer mi aporte de un detalle más sobre el cambio social que está logrando el #NiUnaMenos. Porque #VivasLasQueremos.
Aquí el trabajo:
1) A- El tema seleccionado para
abordar antropológicamente, desde la Comunicación Social, es el tratamiento mediático
que, el Diario Clarín, hizo sobre dos casos de femicidio, ocurridos en el año
2014, a dos chicas argentinas. Se trata del caso de Melina Romero y de Lola
Luna Chomnalez, desaparecidas y asesinadas en el mes de septiembre y diciembre,
respectivamente. Para delimitar aún más el tema en cuestión, nos enfocaremos,
precisamente, en la nota publicada por el Diario Clarín, el 13/09/14, titulada
“Una fanática de los boliches, que abandonó la secundaria”, que aborda la desaparición de Melina Romero, y
el artículo periodístico rotulado “La chica desaparecida es la nieta de una de
las mejores cocineras”, publicado, por el mismo diario, el 30/12/14, para
referirnos al caso de Lola Luna Chomnalez.

B- Para empezar con el trabajo, debemos realizar
el proceso de extrañamiento de la realidad. Como marca el texto de Lins
Ribeiro, a partir de Marinowski, la investigación de campo se impuso como una
marca de la antropología. El antropólogo, experimenta el extrañamiento como una
unidad contradictoria de aproximación y distanciamiento. En nuestro caso, al
estudiar un tema de nuestra propia sociedad, necesitamos hacer la operación
inversa a la que se planteaba Marinowski, buscar convertir lo familiar en
exótico. Por lo pronto, nos preguntamos ¿es parte de la conciencia práctica de Clarín
y sus lectores la forma de abordar dos hechos, donde las circunstancias son
diferentes pero la noticiabilidad es la misma: un femicidio? Pensamos que es
una forma de naturalizar y tipificar una manera de “vivir”, que legitimiza a un
“nosotros” – el Diario Clarín y sus consumidores – donde Lola Chomnalez es la
forma “correcta” para una adolescente y forma parte de lo familiar, y, de esta
manera, condena a Melina Romero como parte de un “otros” que resulta exótico. Como
investigadores, debemos buscar un posicionamiento forzado para exotizar lo
cotidiano ya que compartimos la misma conciencia práctica que Clarín, teniendo
una cercanía espacial – social e intelectual – donde el viaje no es terrenal
sino que es cognitivo.
Podemos emparentarlo con el
trabajo realizado por María José Sarrabayrouse Oliveira. Durante el desarrollo
de su tesis doctoral le surgieron, a la autora, algunos problemas
metodológicos. Como su investigación transcurría en el ambiente del Ministerio
de Justicia, donde ella trabajaba al momento de la tesis, Sarrabayrouse
compartía las tres categorías constitutivas del sujeto humano que, según Anthony
Giddens, son: el sistema de seguridad, la conciencia práctica y la conciencia
discursiva. Por eso decimos que podemos realizar dicha comparación entre
nuestra investigación y la de la autora ya que compartimos mismas
características en la forma en la que debemos posicionarnos para realizar el
trabajo. En cambio, nos diferenciamos
del trabajo de campo de Marinowski. Dicho autor, proviene de la antropología
clásica, que va en busca de un viaje espacial, en donde el “otro” es exótico –
social e intelectualmente – ya que no comparte las tres categorías marcadas por
Giddens. En este caso, el proceso de extrañamiento se produce existencialmente,
y los parámetros cotidianos le son desconocidos por no ser un actor social
significante ya que no posee una historia e identidad vivida y preestablecida
en la tribu de la costa de Nueva Guinea.

C- Comenzando con el análisis de los dos
artículos periodísticos, desde una perspectiva visual, a primera impresión, ya
podemos dar cuenta de una tensión del nosotros/otros empezando por el título.
“Una fanática de los boliches, que abandonó la secundaria”, se contrapone groseramente
a “La chica desaparecida es la nieta de una de las mejores cocineras”, desde la
manera de encasillar a cada una de las dos chicas. Paso siguiente, observamos
la fotografía que acompaña a la nota donde Melina Romero está despeinada, con
varios piercings en su rostro, y una musculosa con animal print, entre otros
detalles. En cambio, para la noticia de Lola Chomnalez eligieron una foto donde
se la observa feliz, sonriente, con un fondo “agradable”, vestida de manera más
discreta, en síntesis, dando una imagen tierna e inocente de la adolescente.
“La vida de Melina Romero, de 17 años, no tiene rumbo. Hija de padres
separados, dejó de estudiar hace dos años y desde entonces nunca trabajó. Según
sus amigos, suele pasarse la mayoría del tiempo en la calle con chicas de su
edad o yendo a bailar con amigos más grandes”, así comienza la noticia de
Melina, detallando los por qué – para Clarín – de que su vida “no tiene rumbo”.
Contrarrestando, en la nota de Lola, Clarín cuenta que “la chica es nieta de
Beatriz Chomnalez, una de las mejores cocineras argentinas, referente local de
la gastronomía francesa y la pastelería” y que al momento de su desaparición
“dijo que se iba a leer un libro a la playa”. Con estos ejemplos, podemos
apreciar con claridad la forma de construcción de un nosotros y otro. Se
realiza una estigmatización sobre la mujer muy marcada.
Analizando las noticias,
encontramos una línea cultural evolucionista. No nos referimos a que Melina es
una demostración empírica de lo que fue Lola en un pasado, o que Melina está en
camino a la culturización de Lola, sino que observamos una mirada “más culta”
para Lola y “menos culta” para Melina. Además, en perspectiva con García
Canclini, hay un “poder cultural” del grupo hegemónico Clarín, que explica las
desigualdades entre individuos y sistemas sociales. El poder cultural opera en
tres planos relacionados: impone las normas culturales-ideológicas que adaptan
a los miembros de la sociedad a una estructura económica y política arbitraria,
legitima la estructura dominante (la hace percibir como la forma natural de
organización social y encubre por tanto su arbitrariedad), y oculta también la
violencia que implica toda adaptación del individuo a la estructura. En los
tres planos, se visualiza donde sitúan a Melina y donde a Lola, y la
utilización de un caso de femicidio, por parte del diario, para imponer su
manera de concebir la cultura, condenando o legitimizando socialmente no sólo a
éstas dos chicas en particular, sino que a todas las adolescentes que ellas dos
representan en la categoría de cultura que el medio les adjudicó.
Para finalizar con el punto C,
observamos un sentimiento de pertenencia
del medio a un colectivo, que Lola lo identifica. Retomando el texto de Alejando
Grimson, en un contexto histórico especifico una sociedad tiene una “caja de
herramientas identitarias, que son un conjunto de clasificaciones disponibles
con las cuales sus miembros pueden identificarse a sí mismos e identificar a
los otros”, lo que conlleva una potencia identificatoria. Por esto, que Melina
se despertara “todos los días al mediodía y luego se juntara con sus amigos en
la plaza” y que “saliera a bailar con chicos más grandes” adquiere un sentido
negativo para Clarín. En cambio, Lola cobra un sentido de pertenencia por
muchas de las características mencionadas anteriormente a lo largo del trabajo.
Basta con leer los dos artículos para observar las fronteras identitarias con
las que son abordados los dos femicidios.
22) Para comenzar con el
siguiente punto, debemos aclarar que la consigna pide construir el tema elegido
desde la diferencia y desde la diversidad, y por esto pensaremos como lo
construyó Clarín de esas formas, emparentando a los dos artículos periodísticos.
Habiendo aclarado dicha
cuestión, empezaremos por pensar la construcción del otro por la diferencia.
Desde la mirada evolucionista, la cultura está sometida a un proceso evolutivo
de diferenciación de grado, que representa el progreso. Se ordenan según un
encadenamiento: acumulativo, temporal y causal. Utilizando a Melina y a Lola
como exponentes de cultura, entonces, podemos decir, que Melina es de grado
inferior (de menor cultura), que la precede y es el pasado evolutivo de Lola y
que, Romero, es causa del progreso de Chomnalez (mayor cultura). Empleando el
método comparativo entre ambas chicas, podemos definir a Melina como sin buen
gusto, sin buena conducta, sin ética, sin educación, entre otras ausencias. En
definitiva, una “vida sin rumbo”, como enfatizó Clarín.
Desde la construcción del
otro por la diversidad, podemos empezar a hablar de dos culturas diferentes. El
femicidio es el hecho universal y cada caso fue abordado de manera particular
por el diario. Como plantea Marinowski – siendo funcionalista – la diversidad
se puede observar y contrastar empíricamente, y en ambas notas, lo podemos
visualizar. Reconocer a Melina como un otro, pero desde el presente y no como
evidencia del pasado. Clarín analizaría a Melina – aunque de forma
etnocentrista, ya que Lola sería parte del nosotros – por la positiva. Melina
responde a las mimas necesidades universales que Lola, pero las respuestas son
particulares en cada una de ellas. Para ejemplificar, Melina se divierte a la
tarde juntándose con sus amigos y “descansando y dedicándose a la vagancia” y
Lola responde a la necesidad de ocio leyendo un libro en la costanera.
Podríamos imaginar la cultura de Melina como más simple y la de Lola como más
compleja – siendo un rasgo evolucionista de Marinowski, pero no como un
progreso sino como una forma diferente, con menos instituciones para mismas
universalidades – y pensándolo a partir de que la primera sólo emplea su tiempo
en divertimento o en pocas cosas, mientras que la segunda articula su tiempo en
varias instituciones como por ejemplo el colegio. Para finalizar, mencionaremos
una de las actitudes de los hombres y mujeres frente a la diversidad, que
nombra Lévi-Strauss – exponente del estructuralismo. Es la “etnocéntrica”, la
más generalizada, que se da a nivel del sentido común y “consiste en repudiar
pura y simplemente las formas culturales que están más alejadas de aquellas con
las que nos identificamos”. Con esto
último, consideramos que Clarín tuvo dicha actitud ante la diversidad de
cultura que le generaba abordar el femicidio de Melina Romero.