sábado, 4 de junio de 2016

VOLVER AL MUNDO

Las Islas Malvinas y su historia son un fiel reflejo de la subordinación de los países de “primer mundo” hacia los “periféricos” o “tercermundistas”. Siempre marcaron el rumbo de cada gobierno en política internacional, aunque muchas veces fueron utilizadas de forma funcional como un “lavado de imagen” ya que el reclamo por su soberanía tiene una repercusión positiva en la opinión pública. Económicamente significan un punto estratégico en el mundo y parece que, a pesar de esto, Mauricio Macri tiene decidido que las Islas pasen a un segundo plano. “Volver al mundo” tiene su precio y Malvinas no es la excepción.
Susana Malcorra y Mauricio Macri
La ministro de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, explicó que las relaciones bilaterales con Gran Bretaña “son buenas en un 80% y malas en un 20%”; allí se encuentra el reclamo por las islas del Atlántico Sur. “Tenemos que explorar el diálogo y la colaboración más allá de las Malvinas”, sostuvo la canciller al ser consultada por el diario británico The Financial Time y, además, remató: “Las órdenes del presidente Macri son concentrarse en el 80% para desarrollar la confianza”. Lo curioso es el notorio cambio de discurso con tan pocos meses en el cargo. En diciembre expresó que la controversia “no se esquiva porque es un tema histórico y central; hay un profundo sentimiento de los argentinos”.

En 1982, América Latina – menos Chile – apoyó a la Argentina en la guerra y Estados Unidos al Reino Unido. En los reclamos en la Organización de las Naciones Unidas los países latinoamericanos y del Caribe reivindicaron la posición frente al conflicto tomándolo como propio y demostrando unidad. Esto no alcanzó para lograr que Gran Bretaña establezca una meza de diálogo, lo que lleva a analizar si en ese contexto de bloque no se pudo, en la actualidad, con el avance de los gobiernos de derecha en la región, no hay porque pensar y ser positivos respecto del tema.

Asimismo, el ex secretario de Asuntos Relativos a las Islas, Daniel Filmus, evidenció que el cambio también se explica desde los objetivos personales de la actual canciller porque “la Argentina bajó la demanda de Malvinas para que Inglaterra no vete la candidatura de Malcorra”. La funcionaria se postuló como Secretaria general de la ONU y para que la acepten debe tener la aprobación de las cinco potencias que integran el Consejo de Naciones Unidas y uno de ellos es Inglaterra. Como respuesta al argumento de Cambiemos de la necesidad de comerciar y mantener relaciones bilaterales con Londres, Filmus sostuvo que “los últimos diez años fueron récord de comercio con el Reino Unido”.
Daniel Filmus, ex secretario de Asuntos Relativos
 a las Islas Malvinas y actual diputado del Parlasur

Claro está que  el cambio radical en política exterior nace desde muchos intereses, que no favorecen a la Nación. Las Malvinas representan mucho para los británicos, ya sea por ser un punto estratégico en el mundo, por tener acceso al Pacífico, por brindarles territorio en la Antártida, por ser un lugar de reserva de agua, y, entre otras cosas, por ser económicamente un lugar más para comerciar y explotar el territorio, como por ejemplo el anuncio, la semana pasada, de una petrolera que informó el hallazgo de un “yacimiento de clase mundial” en las Islas. En cambio, para los argentinos representa eso y mucho más: una historia de país, un símbolo de lucha anti-colonialista.

Dejo un enlace en el que explica el reclamo soberano como latinoamericano:

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